Esta actividad es muy comunitaria puesto que cuenta también con un don de hermandad entre el vecindario, ya que todas las personas tratan de aportar en algo.

La actividad empieza con la construcción del “esqueleto” o armazón de la nueva casa, el día anterior a la junta. Esta construcción es hecha a base de madera de Macano, Cedro Amargo y el resto con cañazas. La construcción es patrocinada por padrinos que son representados por banderas de colores colocadas en el techo.

El día siguiente se mezcla la tierra, la paja y el agua. Esta mezcla es amasada por los participantes con los pies descalzos. Estas faenas son acompañadas con gritos, salomas y el pujante tamborito, una clase de música tradicional de grito y respuesta que se canta con tambores.

Mientras esto ocurre, las mujeres preparan deliciosas comidas típicas, y no ha de faltar la típica chicha de junta o chicha fuerte hecha de maíz fermentado.

Autor: Irving Vergara